SIN LLAMAR
Si te quiero, en mi casa sin llamar
puedes entrar.
Pero fíjate muy bien:
te acostaré en bolsas de paja — susurrante paja
que suspira en el polvo.
En un vaso he de traerte el agua fresca,
limpiaré tus zapatos antes de que hayas partido —
acá nadie ha de estorbarnos,
de modo que tranquilamente puedes inclinarte y
remendar la ropa.
El silencio es un silencio enorme. Pero yo te hablo.
Si estás cansado, siéntate en mi silla, la única que tengo.
Si hace calor, quítate corbata y cuello.
Si tienes hambre, acepta como plato un papel blanco;
pero si hallamos algo más,
entonces déjame que también yo coma. También yo,
también yo tengo hambre.
Si te quiero, en mi casa sin llamar
puedes entrar.
Pero fíjate muy bien:
me dolería que después huyeses.
Fuente:http://atlasdepoesia.blogcindario.com/2006/05/00119-poemas-de-attila-jozsef.html
Si te quiero, en mi casa sin llamar
puedes entrar.
Pero fíjate muy bien:
te acostaré en bolsas de paja — susurrante paja
que suspira en el polvo.
En un vaso he de traerte el agua fresca,
limpiaré tus zapatos antes de que hayas partido —
acá nadie ha de estorbarnos,
de modo que tranquilamente puedes inclinarte y
remendar la ropa.
El silencio es un silencio enorme. Pero yo te hablo.
Si estás cansado, siéntate en mi silla, la única que tengo.
Si hace calor, quítate corbata y cuello.
Si tienes hambre, acepta como plato un papel blanco;
pero si hallamos algo más,
entonces déjame que también yo coma. También yo,
también yo tengo hambre.
Si te quiero, en mi casa sin llamar
puedes entrar.
Pero fíjate muy bien:
me dolería que después huyeses.
Fuente:http://atlasdepoesia.blogcindario.com/2006/05/00119-poemas-de-attila-jozsef.html
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