domingo, 22 de junio de 2008

Juan Gelman



Dafne


Qué fiesta la de la alegría nueva

sobre el viejo color.

Dafne se hace pluma y vierte

luz y tiempo en la razón de piedra.

Le escriben versos en la ciudad

que pisotea a la justicia. Dafne huye

de los papeles que la ciñen.

Nadie la merece, pero

a veces se la encuentra en

humillaciones de la realidad.

No está escrita aún, como un caballo largo.

Se la ve tan claramente

en el árbol que fue, convertido en vanidad.

Ella ocupa la desolación y nada se le concederá.

Ni el asombro idéntico a ella misma.

Sólo busca un recuerdo donde pueda

ser suave y, en un momento, niña.

Cierra los ojos ante el viento

que agita su pollera y

sobre ella cae la vida continua.

Para La Nacion
Buenos Aires, 1997

No hay comentarios: